A veces no nos damos cuenta de forma consciente, pero después de estar con determinada persona nos sentimos faltos de energía, deprimidos, como si hubieran absorbido nuestra energía. ¿Os suena esta situación? Es lo que se llama “vampirismo emocional”, ejercido por personas que se nutren de emociones y necesidades ajenas. Este tipo de personas son a las que se llaman “personas tóxicas”.
“Las personas tóxicas tratan de desvalorizarte, exagerar tus errores o inventárselos donde no los hay para así ellos se nutren de poder, de energía”, explica la psicóloga Sonia Carod, autora de TuPsicoWeb.
Para Sonia, las personas tóxicas se pueden englobar en varios tipos: Narcisista, histriónicas, pesimistas, negativas, falsas, chismosos y envidiosos. El modus operandi de esta tipo de personas que destrozan autoestimas es el siguiente: “Una persona tiene necesidad de afecto, un vampiro emocional o persona tóxica se percata de esa necesidad (es como si tuvieran un sexto sentido para encontrar nuestras debilidades, cuando tenemos carencias en algún aspecto éso se transmite y ellos lo saben captar muy bien); la persona tóxica se percata de esa necesidad de afecto, y se hará tu amigo, tu amante…lo que sea con tal de que acabes dependiendo emocionalmente de él (se ha nutrido de esa necesidad tuya de afecto)“, explica.
Para ella, todos, en algún momento, podemos tener alguna de estas características, pero las personas tóxicas “son siempre así”.